Reconocemos, diagnosticamos y tratamos numerosas enfermedades crónicas. Sería impensable diagnosticar hipertensión arterial y no medicarla. Sería absurdo controlar la diabetes y apenas alcancemos esa meta suspender los medicamentos que nos permitieron lograr ese control. Hoy en día, el tratamiento de las enfermedades crónicas es incuestionable. Porque sabemos que este enfoque reduce las complicaciones, mejora la calidad de vida y es rentable. Entonces, pregunto: ¿Qué pasa con la obesidad? ¿Cuánto tiempo vamos a ignorar?
Por Joana Louro *
La obesidad es una ENFERMEDAD CRÓNICA. Es fundamental cambiar la “mentalidad” de la sociedad en general (y de los profesionales de la salud también…), que estigmatiza y culpabiliza a estas personas. Es un error creer que ser llamado obeso es un insulto a tu dignidad. La obesidad es una enfermedad crónica, muy compleja y multifactorial. La grasa corporal anormal o excesiva (adiposidad) compromete la salud, aumenta el riesgo de complicaciones a largo plazo y reduce la esperanza de vida. No es –solo– un problema estético y no resulta –solo– de una ingesta excesiva de alimentos. ¡Es una enfermedad! En toda su dimensión: genética, epigenética, neurogénica, hormonal, ambiental, en definitiva…
Actualmente, el 38% de la población mundial (el equivalente a 2.600 millones de personas) ya tiene obesidad o sobrepeso. ¡Y sin cambios sustanciales, el número empeorará! Para 2035, se espera que más de la mitad de la población mundial (51%) se vuelva obesa o tenga sobrepeso. Y se espera que la obesidad entre niños y jóvenes, según los datos actuales, aumente más rápido que entre los adultos.
También sabemos que la obesidad aumenta sustancialmente el riesgo de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión, el infarto agudo de miocardio, los accidentes cerebrovasculares, la demencia, la artrosis, la apnea obstructiva del sueño y varios tipos de cáncer. Y está, como tal, asociada a una elevada morbimortalidad. Es difícil encontrar alguna patología que no sea más prevalente en individuos obesos, o cuya obesidad no la agrave.
Y como casi siempre ocurre en estos grandes problemas de salud pública, son los países más pobres y las clases sociales más desfavorecidas, los que se enfrentan a los mayores incrementos de obesidad, corriendo riesgos aún más graves por no estar preparados para hacer frente a la enfermedad.
Y más allá de su dimensión clínica, la obesidad también tiene importantes repercusiones económicas y sociales. Más que el impacto directo en los costos de salud, también está asociado con el desempleo y la reducción de la productividad, y asume los contornos de un flagelo social.
Es inevitable: si fallamos hoy en la respuesta a la obesidad, ¡las repercusiones futuras serán evidentes! Según un informe de la Federación Mundial para la Obesidad, el costo global de esta enfermedad podría alcanzar los 4.320 millones de dólares en poco más de una década.
¡Realmente necesitamos enfrentar el tamaño de los números y el problema! La obesidad es una de las enfermedades más prevalentes, más infravaloradas, menos diagnosticadas y menos tratadas en la actualidad. ¡Más que un Problema de Salud Pública, es un Problema Prioritario de Salud Pública!
Para enfrentarlo se requieren estrategias de prevención, así como estrategias de tratamiento, en enfoques que combinen intervenciones individuales con cambios sociales y políticos. Enfoques que deben involucrar a los profesionales de la salud, pero también a la sociedad civil y, por supuesto, a los responsables políticos. No podemos seguir ignorando. ¡Es urgente actuar! ¡La prevención es urgente! ¡Es aún más urgente tratar! ¡Después de todo, la obesidad es una enfermedad!
* Auxiliar hospitalario graduado en medicina interna CHO-Unidad del Centro de Estudios de Diabetes Mellitus de Caldas da Rainha de la Sociedad Portuguesa de Medicina Interna (SPMI).
Publicidad, servicios y donaciones
» Estás leyendo un artículo sin paywalls. Haga una donación para ayudar a mantener el acceso gratuito en línea a NotíciasdeAveiro.pt;
» Puede activar rápidamente campañas promocionales, así como solicitar otros servicios.
Consultar información para transferencia bancaria y acceder a la plataforma online para incluir publicidad online.