Según todos los indicios, esta marea alta ha llegado a su fin, o al menos tiende a calmarse. Si seguimos el Índice de Precios al Consumidor Ampliado (IPCA), considerando la inflación oficial del país entre febrero de 2021 y febrero de 2022, el auto usado se había vuelto, en promedio, un 17% más caro. Entre enero de 2023 y enero de 2022, La inflación oficial de los autos usados fue mucho más baja, de solo 1,07%.
En algunas capitales evaluadas por el IPCA, el escenario fue de ligera deflación, que llegó a -5,4%. De acuerdo con la Federación Nacional de Asociaciones de Concesionarios de Vehículos a Motor (Fenauto), el coche usado es entre un 6% y un 7% más barato respecto a lo que costaba en el primer semestre de 2022.
Entre 2020 y 2021, en particular, hubo una ruptura en la cadena de producción mundial de vehículos. A veces necesitaban dejar de producir por un aumento de casos de covid-19, a veces por falta de materiales como acero, caucho, llantas, plásticos y semiconductores. Sin autos nuevos en los concesionarios, los consumidores tenían que comprar en tiendas de segunda mano. Como era prácticamente la única opción de compra inmediata, los coches usados se encarecieron mucho.
Ya el año pasado, la pandemia se iba controlando poco a pocojusto cuando las cadenas logísticas y comerciales del sector automotriz comenzaban a reorganizar en una nueva dinámicaexplicó Enilson Espínola Sales de Souza, presidente de Fenauto.
Además, con el precio de los vehículos usados lejos de la realidad del consumidor, hubo una caída en las ventas. “Como los propios seminovos tenían un precio prohibitivo, la velocidad de crecimiento comenzó a disminuir y, en consecuencia, el precio comenzó a ajustarse a la baja”, comenta Enilson.
Así, la entidad proyecta una pequeña deflación de hasta el 3% para los vehículos usados en los próximos meses. “Lo que puede pasar en el primer tiempo es que la velocidad de caída de los precios ya no es tan acelerada porque ya vemos un aumento en las ventas en enero y febrero de este año con respecto a 2022. Los precios han comenzado a estabilizarse y el propio mercado también”.
Es importante señalar que este escenario solo debería darse si la economía se mantiene en la situación actual. Es decir, con tasas de interés, inflación y desempleo razonablemente controlados. Según Enilson, esta estabilidad traerá una equilibrio entre la oferta y la demanda en el segmento de usados y seminuevos y hará la Institución financiera puede ofrecer líneas de crédito más ventajosas para la financiación del consumidor.
En esta situación, Fenauto proyecta un aumento de las ventas en el sector, cuyo volumen puede alcanzar los 15 millones de vehículos seminuevos y usados vendidos. Esto supondría un aumento del 25,2% sobre los casi 12 millones de unidades vendidas el año pasado.
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