‘Asesinos’, ‘crimen’: Miles de personas enfurecidas se manifestaron en Atenas, donde estallaron enfrentamientos, y otras ciudades de Grecia el viernes en memoria de las 57 personas muertas en una colisión de trenes en el tercer día del duelo nacional.
En la capital, una nueva manifestación reunió a 3.000 personas por la tarde en el centro de la ciudad donde la policía utilizó gases lacrimógenos y granadas de sonido contra un grupo de manifestantes que les arrojaron piedras e incendiaron cubos de basura. La policía también había utilizado brevemente gases lacrimógenos un poco antes en Tesalónica (norte), donde marchaba un número similar de manifestantes.
La mayoría de las universidades permanecieron cerradas el viernes, según el presidente del sindicato de estudiantes, Angelos Thomopoulos.
Más de 5000 manifestantes
Primer blanco de la ira, la empresa ferroviaria griega Hellenic Train. La palabra ‘Asesinos’ había sido pintada en letras rojas por la mañana en la ventana de la sede de Atenas de esta empresa frente a la que se congregaron más de 5.000 personas, señaló un periodista de la AFP.
Hellenic Train está implicada en numerosas negligencias y deficiencias que provocaron este desastre, calificado como ‘tragedia nacional’ por las autoridades y que conmocionó a Grecia.
También fueron 700 en Larissa, la ciudad más cercana al lugar del accidente en el centro del país, y 500 en Patras, localidad universitaria del Peloponeso (suroeste), según la Policía.
‘La mayor tragedia’
“Estamos viviendo la mayor tragedia de nuestra historia”, apunta la dirección de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, que, con más de 5.000 estudiantes, es la mayor del norte de Grecia, y de la que nueve están muertos.
En Tesalónica, la segunda ciudad más grande del país donde estudiaban muchas víctimas, los jóvenes lloran a sus amigos pero, como en otros lugares, también exigen responsabilidad y la verdad a pesar del mea culpa del gobierno sobre las fallas ‘crónicas’ de la red ferroviaria que llevaron a El accidente.
‘Un crimen’
“Lo que pasó no fue un accidente, fue un crimen”, acusa Sofía, una estudiante de 23 años, que no quiere dar su nombre completo. ‘Nuestros muertos son sus ganancias. No te olvidaremos’, proclama también una pancarta en la entrada principal del Departamento de Agricultura.
En Atenas, los manifestantes habían blandido globos negros en memoria de las víctimas durante el día, desplegaron una pancarta negra gigante.
Algunos de ellos guardaron un minuto de silencio frente al Parlamento. ‘Este crimen no debe esconderse debajo de la alfombra’, se podía leer en un cartel, o ‘mándame un mensaje cuando llegues’, decía otro, retomando el testimonio de una madre cuyo hijo fue asesinado.
‘Avergonzado’
‘Es vergonzoso lo que pasó’, María Psachelis se dejó llevar, con lágrimas en los ojos, en la procesión. ‘Estoy muy emocionada (…) Yo también tengo un hijo estudiante que estaba haciendo este viaje’, agregó.
“Estamos llenos de rabia y no podemos aceptar que un evento tan trágico pueda ocurrir en 2023, con decenas de vidas perdidas, incluidas muchas compañeras de estudios”, dijo Angelos Thomopoulos.
Más temprano, el viernes por la mañana, la policía griega había allanado la estación de Larissa, buscando las causas de la tragedia. El jefe de estación, de 59 años, que admitió su responsabilidad en el accidente, comparecerá ante los tribunales de Larissa el sábado. Se enfrenta a cadena perpetua si se prueba su culpabilidad.
Medios de comunicación, incluida la cadena de televisión pública ERT, han destacado su inexperiencia ya que, según ellos, había sido designado para este cargo hace tan solo 40 días tras un trabajo en el Ministerio de Educación y una formación de tres meses.
posibles demandas
Según una fuente judicial, la investigación en curso tiene por objeto ‘incoar diligencias penales, en su caso, contra miembros de la dirección de la empresa’ Hellenic Train.
Ella confirmó que “se incautaron archivos de audio, documentos y otras pruebas que pueden ayudar a aclarar el caso y asignar responsabilidad penal” en la estación de Larissa.
La justicia y la población quieren entender por qué un tren que transportaba 342 pasajeros y diez trabajadores ferroviarios fue autorizado a utilizar la misma vía única que une Atenas con Tesalónica (norte) como convoy de mercancías.
Alarma
Los trenes no circularon el jueves y el viernes tras una convocatoria de huelga de los sindicatos ferroviarios. La convocatoria se renovó el viernes por otras 48 horas.
“Lamentablemente, nuestras constantes demandas de contratación de personal permanente, mejor capacitación pero sobre todo la adopción de modernas tecnologías de seguridad han sido definitivamente arrojadas a la basura”, lamentan estas organizaciones.
El presidente del sindicato de conductores de trenes OSE, Kostas Genidounias, destacó las infracciones de seguridad en la línea infractora.
‘Toda (la señalización) se hace manualmente. Es desde el año 2000 que los sistemas no funcionan’, se dejó llevar.
Los representantes sindicales de la compañía ferroviaria Hellenic Train dieron la voz de alarma hace tres semanas.
“No vamos a esperar a que suceda el accidente para ver a los responsables derramar lágrimas de cocodrilo”, advirtieron.
Hellenic Train fue comprada en 2017 por el grupo público italiano Ferrovie Dello Stato Italiane (FS) como parte del programa de privatizaciones exigido por los acreedores de Grecia durante la crisis económica (2009-2018).
/ATS
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